
Por definición, una federación (del latín federare,
"unión") es una agrupación institucionalizada de entidades sociales
relativamente autónomas. Generalmente asociado directamente a la conformación de Estados
conformados a su vez por la reunión de varias entidades territoriales y políticas.
También suele denominarse Estado federal o república federal y, generalmente, tiene un sistema político republicano y excepcionalmente monárquico.
En el plano macro-político
las federaciones están compuestas por divisiones territoriales que se
autogobiernan, a las cuales se llega a dar con frecuencia el nombre de estados, cantones, regiones,
provincias u otras, que gozan de un mayor o menor
grado de autonomía pero que, en cualquier caso, tienen facultades de gobierno o legislación sobre determinadas materias, distintas
de las que corresponden a la administración federal (gobierno de la federación).
El estatus de autogobierno de las regiones que lo componen está establecido por
su constitución y, habitualmente, no puede alterarse
unilateralmente por decisión del gobierno de la federación.
Como se puede
observar, las similitudes con la estructura política y territorial de nuestro
país, España, son enormes, hasta el punto que simplemente parece cambiar el
nombre. El 15 de junio de 1977, se realizan las primeras elecciones
libres después de cuarenta años, y las candidaturas que recogían el espíritu
autonomista obtuvieron más del 75% de los votos y 37 diputados sobre 47
posibles. En 1978 se aprobaba la Constitución española, y en 1979 el nuevo
Estatuto catalán, un estatuto mucho más generoso que el aprobado durante la 2ª República.
El gobierno socialista en democracia, desarrollaría un
modelo autonómico que convertiría a España en el Estado más descentralizado de
Europa, también el más caro, y la actual Constitución Española del 78 permite
ciertas asimetrías en las CCAA de Navarra y País Vasco que no se encuentran en
ningún estado federal de occidente.
Así, Angel de la Fuente, Doctor en Ciencias Económicas por
la Universidad de Pensilvania, en su trabajo para el Instituto de Análisis
Económico (CSIC), expone literalmente que existe una: “enorme rebaja en la
aportación de los territorios forales a la caja común del Estado (…) por qué
éstos disfrutan de una financiación por habitante (medida a competencias
homogéneas) superior en un 60% a la media de las regiones de régimen común a
pesar de contar con una normativa fiscal que tradicionalmente ha sido algo más
laxa (especialmente en lo que afecta a los impuestos de sociedades y
sucesiones). También explica por qué, pese a tratarse de dos de las regiones
españolas de mayor renta per cápita, tanto el País Vasco como Navarra presentan
un saldo fiscal positivo. Esto es, ambas comunidades están siendo
subvencionadas por territorios que en promedio son más pobres. Entre estos
últimos está Cataluña, cuya contribución a tal subvención rondaría los 1.000 millones
de euros”.
Como del mismo modo explica el profesor, estas diferencias
no se deben a la aplicación del sistema foral per se, sino a la forma en que
este es aplicado. El autor indica que “el sistema foral per se, comporta ciertas
peculiaridades institucionales y competenciales pero no implica necesariamente
ningún privilegio económico. A diferencia de lo que sucede en el resto de
España, la Agencia Tributaria estatal prácticamente no recauda ningún impuesto
en el País Vasco y Navarra. Son las haciendas forales las que gestionan tales
tributos y gozan además de amplias competencias normativas en materia de
impuestos directos de las que carecen otras regiones. (…) “Si los principios
generales y las reglas de valoración contenidos en la Ley del Concierto, se
aplicasen de una forma medianamente razonable, el sistema de concierto debería
ser casi neutral...”.
El problema de España entonces, no son las limitaciones o
rigideces que pueda implicar el estar constituido como un Estado Soberano, el
desarrollo autonómico permite excepciones fiscales no contempladas en ningún
otro país federado occidental. Como
reconoció el mismo conseller d´Economia de la Generalitat, Mas-Colell, tampoco
existen límites fiscales del 4% ni de ningún otro tipo en la carga fiscal de
los estados de países federados como Alemania o EE.UU, además que algunos
aportan bastante más que Cataluña usando el mismo método de cálculo que en 2009,
flujo monetario (ingreso-gasto) sin neutraliza, por la que se obtuvo la famosa
cifra del 8,4% de déficit fiscal, y que en Alemania o EE.UU. puede ser superior
en ocasiones al 10% y 12%.
El Ministerio de Hacienda
alemán obliga a que un Land pobre cuya capacidad financiera por número de
habitantes esté entre el 70 ó 90 por ciento de la media, debe nivelarse,
mediante la transferencia de los Länder ricos, hasta el 91 ó 96 por ciento,
respectivamente. Correlativamente, un Land rico cuya capacidad financiera por
habitante supera entre el 110 ó 130 por ciento de la media, tras la nivelación
interregional, su capacidad financiera quedaría en el 104 ó 109
respectivamente. Luego el Gobierno federal ayudaría al Land pobre a alcanzar el
97,5 ó 98,5 por ciento de la media mediante transferencias adicionales, sin
alterar de este modo el orden que había antes de la redistribución.
Por lo que a Cataluña
respecta, un sistema de este tipo no tiene porque interesarla o dejar de
hacerlo, pues el porcentaje de aportación variará en función de las necesidades
de los otros estados o regiones federadas, sin mayores restricciones, del mismo
modo que hoy ocurre en España. A este respecto, las presiones políticas han
evitado que los márgenes de aportación por parte de las distintas CC.AA. en nuestro
país hayan sido excesivamente elevados, y Cataluña particularmente ha recibido
aportaciones muy superiores a la media del resto de CC.AA. Así, usando el
método ordinario que la Generalitat usaba desde el 2004 (carga-beneficio sin
neutralizar con el gasto estatal en cada comunidad), en una serie de 25 años,
el déficit ha variado en Cataluña entre el 5,5% y el 6,5%, y en el año 2009
presentaba un superávit del 2,1% (aunque fuese de la deuda contraída por el
estado).
Los datos muestran que entre el 2001 y el 2012, Cataluña ha
sido la segunda comunidad en asignación de inversión en términos absolutos, el
14,6% del total, solo por detrás de Andalucía y un punto más que Madrid.
Paradójicamente el gobierno central del PP aumento las inversiones en Cataluña
entre 1999 y 2004 una media del 33,32% anual, siendo reducidas a un incremento
2,58% en el periodo de Zapatero 2005-2007
Articulo estupendo !! Llevo tiempo interesandome en la organizacion politica del estado. Es paradojico que Espana sea un estado federal y no lo reconozca como tal. Esto se debe a los pactos del PNV con Madrid para obtenir condiciones fiscales ventajosas para Euskadi, que resultan injustas para el resto de las autonomias. Espero que la consulta de Catalunya permitira plantea un verdadero cambio de la constitucion para construir un estado federal mas justo y mas sano, para evitar olas de separatismo con consequencias a nivel europeo
ResponderEliminarLe agradezco mucho su comentario, y más sabiendo que ha sido escrito por un vasco. Ciertamente debemos de aprovechar esta oportunidad para reformular nuestro modelo de estado.
EliminarEn la Comunidades Vasca y Navarra disfrutan de unos conciertos forales que aplicados con más o menos justicia fiscal, al menos a sus representantes les permiten administrar sus impuestos. Algunos de los que no estamos en este régimen, salimos francamente perjudicados, pues madrileños, catalanes y baleáricos son los únicos pagadores netos al estado, posiblemente sufriendo una carga fiscal excesiva (aunque esto es siempre relativo), y otros, en el mismo régimen fiscal están recibiendo bastante menos de lo que deberían según el mismo baremo. Le recomiendo a este respecto el bonito debate entre el profesor Sala i Martin y Abel Martinez, del IVIE http://www.rankia.com/foros/economia-politica/temas/1488108-existe-justicia-territorial-nuestro-sistema-fiscal-caso-cataluna que es tratado en el blog en el artículo dedicado al expolio fiscal.
Por otro lado también va llegando la hora de comprender que comunidades o regiones históricas en España hay varias, y todas ellas son España. Me refiero al antiguo reino de Aragón comprendiendo en él a valencianos y catalanes, a castellanos, vascos y navarros, a gallegos, y finalmente también a andaluces. Todos somos diferentes, y todos históricamente españoles. Esto es lo que nos hace ser una nación, o estado, o como lo queramos llamar, digno de nuestro aprecio.
Mi más cordial saludo