martes, 5 de noviembre de 2013

LA ENFERMEDAD DEL NACIONALISMO REGIONAL

De que usted se encuentre ahora leyendo este blog, se han preocupado un buen número de organizaciones independentistas e instituciones públicas catalanas, así como los medios de comunicación de toda España, y especialmente un buen número de catalanes. 

La celebración de la Diada (día de la Comunidad Autónoma de Cataluña) en los dos últimos años, se ha convertido en una verdadera exhibición de fuerza del independentismo en Cataluña, que según fuentes de la Generalitat, ha logrado anualmente congregar a un millón y medio de almas clamando por la secesión. 

Estas manifestaciones multitudinarias son alentadas desde la Generalitat con sus 6 canales de televisión afines, más otros tantos de radio, con todo un argumentario nacionalista que incluye las proclamas del expolio, el España nos roba, falta de respeto a su lengua, quejas de déficit democrático y últimamente conceptos como conflicto, transición nacional, relaciones bilaterales con el estado, en incluso colonialismo.

La prensa española mostraba a sus lectores las declaraciones de niños o adolescentes que habían participado en la cadena independentista organizada por la ANC (una organización independentista subvencionada por la Generalitat), durante la Diada de este año 2013. Estos niños expresaban ideas tales como que "en 1714 dejamos de ser independientes" (Anna de 12 años) o como "Si lo queremos tantos catalanes, al final España se rendirá y podremos tener la independencia" (Estel de 13 años). Y estas opiniones son compartidas por muchos de sus docentes, como el director de colegio José Antonio Armario, que el día de la Hispanidad del año pasado explicaba que “no tienen nada que celebrar”, y muchos colegios públicos catalanes abrieron sus puertas en esa fecha.

Ciertamente, el ruido mediático que el nacionalismo esta provocando en Cataluña desde hace años ha aumentado paulatinamente los adeptos a la opción independentista, y este aumento es exponencial desde que empezó la crisis en 2007.

Si en 1978 un 91% del electorado catalán votaba favorablemente a la actual constitución, ya en los años 90 las encuestas del ICPS ofrecían un apoyo a la secesión entre los catalanes en torno al 30%. Desde el inicio de la crisis en 2007, según encuestas de la Generalitat, este porcentaje ha ido ascendiendo de forma que en 2009 el apoyo a la secesión era del 50,3% de la población catalana y en 2013 del 55,6%. Introduciendo otras posibilidades, como un estado federal, el apoyo a la independencia era un marginal 15% en los años 90, cuando hoy día es de un 47% de la población catalana.

Tras conocer los resultados electorales de 2012 en Cataluña (un 47,85% de los votantes catalanes destinaron su voto a partidos nacionalistas que de alguna manera apostaban por la creación de un estado catalán), el ministro de exteriores, José García-Margallo, hombre con fama de ser culto y moderado, expresó: "podíamos habernos encontrado con un cáncer terminal y posiblemente nos hallamos ante una neumonía".

Nadie sabe exactamente cual es la “enfermedad” de cuyo diagnóstico dudaba el ministro pero ciertamente parece grave. Si como decía el ministro, España es un país enfermo, la historia debería ser para una nación, como el historial clínico es para un paciente: describe y diagnóstica su enfermedad.

Decía Gerald Brennan:

"Como demuestra claramente la historia, España ha existido únicamente como nación cuando se sintió bajo la influencia de una gran idea o impulso; tan pronto como declinaba esa idea, los átomos de la molécula se separaban y empezaban a vibrar y a chocar unos con otros. Lo vemos por primera vez en tiempo de Augusto, cuando la civilización romana sometió a las belicosas tribus íberas. Apenas acabada la conquista, España hizo suya la idea de Roma, en una medida jamás lograda por la Galia, y automáticamente empezó a producir generales, emperadores, filósofos y poetas, hasta el punto de que Italia llegó a parecer una simple provincia de España”.

No le falta razón al autor. Lo hicimos con los romanos, y lo volvimos a hacer con los Austrias. Mucho de lo que hoy día es nuestro mundo se le debe a España. No solo descubrimos América, sino que por siglos hicimos la Europa que a los españoles nos convino. Pero España parece haber sido un mundo aparte ocupado por pueblos de carácter, que bien han estado unidos creando el mundo a su gusto, o bien se han matado entre ellos ajenos a él.

Tan integrados se han sentido los catalanes en la Corona Española, como lo han hecho el resto de pueblos españoles. Sus consejeros gozaban del título de Grandeza de España. 

Cuando nació el concepto de nación bajo la concepción liberal de la revolución francesa, invadidos por las tropas napoleónicas, los españoles, catalanes incluidos, sentimos una buena dosis de fervor nacionalista hacia la patria española, con diputados catalanes corriendo a Cádiz en 1812 para firmar su primera Constitución, “La Pepa”.

Pero el patriotismo hacia España no sería el mismo, aún tras la famosa fecha que tanto recuerdan los catalanes de 1714, cuando España era la cabeza de un imperio con importantes riquezas en América y manteniendo aún un buen numero de plazas en el Mediterráneo, que cuando había perdido todo su imperio.

En esa tesitura de decadencia, el nacionalismo liberal coincidió a mediados del s. XIX con otro tipo de nacionalismo, el germano o romántico. Este se basaba en la mitología de los pueblos, en las etnias. La nación sería el territorio natural del que había emanado una raza de hombres. Es este el tipo de nacionalismo que originó los futuros fascismos.

Para sorpresa de muchos, los catalanes también padecieron de ese fascismo que infectó a todas las naciones y regiones europeas a partir de finales del s. XIX.

Valentí Almirall en Lo catalanisme (1886), ya explicaba que existe una raza catalana, de origen ario-gótico, superior al resto de pueblos peninsulares, de raíces semíticas. Un nacionalista de izquierdas como Aymá i Baudina distinguía «entre los obreros auténticos que pasan hambre en silencio» y «los vagos forasteros que hablan siempre en castellano».

En todo caso, no sería el nacionalismo catalán el que, en aquellos tiempos, supusiese una mayor amenaza para el gobierno central. Las élites catalanas mantenían enormes intereses económicos dentro de la península, y más bien buscaban la protección de su mercado interno en España. Por el contrario, la I República se enfrentaba por entonces a procesos que independizaban en cantones anarquistas ciudades de toda España, especialmente en Castilla y Valencia, y Extremadura pretendía su anexión a
Lusitania.

Como diría Cánovas del Castillo, "Son españoles los que no pueden ser otra cosa". 

La continua inestabilidad social y política pasaría por la dictadura de Primo de Ribera, el gobierno monárquico de Alfonso XIII y de nuevo una 2ª República que terminaría con el fin de la guerra civil en 1939, instaurando la dictadura franquista hasta su final en 1975, marcando el inicio de la transición democrática.

El rencor y desprecio que la mayoría de los españoles en democracia hemos sentido por aquella España fascista de nuestro pasado reciente, nos ha permitido dejar atrás su arcaísmo y la idea franquista de esa España homogénea como un solo pueblo. Pero ese desprecio al pasado, también ha provocado un sentimiento de vergüenza a cualquier clase de patriotismo hacia España, por no ser tratados de “fachas”, despreciando su historia y poniendo en duda incluso su propia existencia.

Los fascismos en aquella época no solo se dieron entre los nacionalistas españoles, sino que fueron especialmente acusados por los nacionalismos regionales de catalanes y vascos. Y los españoles hoy día somos hipersensibles a las ideas fascistas cuando refieren al conjunto del estado, pero no hemos prestado ninguna atención cuando estas ideas xenófobas provienen de nacionalismos regionales.

Sin necesidad de retroceder más que al año 2011, la consellera de ensenyament, Irene Rigau, expresaba que están “catalanizando el sistema educativo” dedicándose a “traspasar la tradición y generar la historia” para así hacer una escuela pública que “funde diferentes grupos étnicos en un solo pueblo”.

Ciertamente, como explicaba la consellera, el nacionalismo catalán ha ido generando historia para crear allí una nación que nunca existió. Y del mismo modo, han llevado la inmersión lingüística hasta tal punto en la escuela pública, en el comercio y en la sociedad catalana, que parece pretender erradicar el castellano de Cataluña, cuando su población ha sido bilingüe desde el s. XVI. La Generalitat parece estar eliminando todo resquicio de españolidad en Cataluña, cuando llevan unidos a España desde hace
más de 2500 años.

Explicaba recientemente el escritor Jordi Soler, en su articulo “Independencia y ficción” publicado en la edición digital de El País, que durante su infancia en México, su madre, hija de un republicano catalanista exiliado, le hacía leer a Pere Calders y Josep Pla, recitaba de memoria las alineaciones del Barça de las últimas diez temporadas y llevaba en el coche una gran pegatina con la bandera independentista catalana.

El autor explicaba que una vez llegado a la Barcelona natal de su madre, se dio cuenta de que “cada elemento que nos presentan como una razón para la independencia, comenzando por (…) esa cansina muletilla de "España nos roba", termina siendo una pieza de ficción, que no se corresponde con la realidad y sin embargo se insiste se escriben artículos, se montan debates, en los medios afines al proyecto”.

Con toda sinceridad, pienso que esa enfermedad a la que se refería el ministro García-Margallo solo responde a un diagnóstico:

Los nacionalismos regionales están anclados en el fascismo de principios del s. XX.

Si en el mundo existen 194 países, el Ethnologue de 2009 indicaba que había alrededor de 6.909 lenguas en el mundo, y se han perdido muchas de ellas a lo largo de los siglos. Si la lengua, la identidad o las constituciones e instituciones medievales catalanas justifican algún tipo de derecho nacional, podríamos dividir Europa en miles de pequeños estados.





Para la elaboración de este blog, intencionadamente he seleccionado un buen número de artículos académicos de las universidades de Cataluña, Valencia o País Vasco sobre el tema, tratando de evitar sesgos, si los hubiese, de académicos ubicados en universidades castellanas. Igualmente he usado un buen número de artículos de nacionalistas catalanes y expertos que gozan de rigor político o académico, así como incontables artículos publicados en Wikipedia, ya que estos están sujetos a crítica, y deben estar bien referenciados, siguiendo reglas de veracidad y fiabilidad.

Espero que lo disfruten y sirva para enseñarnos algo a todos, nacionalistas o no.





12 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=2bRjK8ojxr8&feature=em-share_video_user

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    1. Este video ya lo he respondido punto por punto y te lo extiendo:
      EL VIDEO LOS GARCÍA, CATALUNYA Y EL FUTURO DE TODOS
      http://agravioscatalanes.blogspot.com.es/p/una-buena-manera-de-analizar-los.html

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  2. No puedes decir que Cataluña falsea la historia para crear una idea de nación y a renglón seguido decir barbaridades sin fundamento como que "Cataluña lleva unida a España 2500 años". La idea de España de la época de la reconquista siempre fue unir todos los reinos peninsulares en uno solo. Por lo tanto, España es un proyecto frustrado desde 1640, año en que Portugal se independizó definitivamente. Justo ese año también Cataluña estuvo a punto de independizarse. Pero por casualidades de la historia, todos los intentos de independencia han acabado mal. Eso si que es cierto.

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    1. Le agradezco enormemente su comentario, pero le agradecería con contra-argumento más elaborado. ¿Me podría explicar mejor el porque de entender como una barbaridad el hecho de expresar "Cataluña lleva unida a España 2500 años"? Se lo agradezco de antemano.

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    2. Pq España como nación sólo existe desde 1492/

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    3. Pq España como nación sólo existe desde 1492/

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  3. En tus opiniones y debates sobre el tema, diculpa que te diga, muestras un grado de nacionalismo español, como mínimo, a la altura del catalán. Muestras muchos prejuicios, por ejemplo, en "la noticia catalana del dia" haces referencia a un debate con un tal Josep de Badalona que no es como la mayoria de independentistas, que él piensa y razona....(vaya perlita, ¿eh?) Siento derrumbar ese argumento tuyo, pero la gran mayoría somos así :) Tantas referencias a la CEO que haces, verás que los votantes del sí muestran un nivel de estudios superior.
    Acabo de leer eso de "Catalunya lleva unida a España 2500 años" Bien, podríamos discrepar sobre esa "unidad" entre castilla y catalunya, sobretodo cuando castilla era un desierto gobernado por subnormales. Pero lo que sí es totalmente cierto es que "España", ya desde hace siglos, significa cosas totalmente opuestas para castellanos y catalanes, todavía en el sXXI.

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    1. Hola ruzack69, le agradezco mucho su comentario pero por lo que observo usted no ha leído de forma adecuada lo escrito en la noticia catalana a la que hace referencia. Bien, literalmente lo escrito es lo siguiente:

      "Obviamente Josep es independentista. Pero contrariamente a la actitud de muchos nacionalistas extremistas a ambos bandos, Josep muestra un buen entendimiento..."

      Por lo que si especifico "extremistas a ambos bandos" no entiendo porqué ud. lo cambia por "mayoría de independentistas", aunque agradezco que lo adjetive de "perlita". Como supongo que esto no se debe a un problema de lectura derivado de la inmersión lingüística, pienso que a ud. ha filtrado la información a través de sus tópicos y ha sesgado la información.

      Por otro lado, independientemente de no haber derrumbado el argumento que usted plantea, pues yo este no lo produje, si pongo en duda el nivel cultural que ud. se atribuye a sí mismo como "superior".

      El motivo de mi duda no responde a ningún tópico sobre los independentistas, aunque ciertamente tengo la firmeza que la mayoría de ellos no muestran un nivel cultural muy alto, al menos en historia, pues no me dejan de repetir las mismas aberraciones. Dudo de su nivel cultural porque con un argumento tan soez como "podríamos discrepar sobre esa "unidad" entre castilla y catalunya, sobretodo cuando castilla era un desierto gobernado por subnormales", demuestra que de contra-argumentos interesantes usted no debe ir muy sobrado.

      Con respecto a lo demás, le recomiendo algunas de las lecturas del Blog, especialmente ¿ES CATALUÑA UNA NACIÓN?, y en mitos del nacionalismo catalán puede extender esta información con: CATALUÑA NACION MILENARIA
      CATALUÑA PERTENECE A ESPAÑA DESDE 1714

      Un cordial saludo,

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  4. Por no hablar de las numerooooosas referencias q haces a "cuánto nos comen la cabeza" pero te diré algo, en España hay 1 medio (tv, periodico, radio) catalanista por cada 100 españolistas, por no hablar de las instituciones españoles... Y aun asi no han conseguido nada mas que aumentar la independencia, por algo será que cuánto más hablan... más nos reafirmamos en la separación ;) Y esos políticos que NOS ESTAN OBLIGANDO A MARCHAR, son los que habéis votado los españoles, simple y llanamente NO SOMOS COMPATIBLES.

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    1. Hasta que usted no me demuestre con documentos académicos como yo hago en lo que me equivoco o miento usted nos seguirá demostrando a todos lo que ya sabemos: ES UN ADOCTRINADO. Si tiene algo que objetar háganos el favor de debatirlo documentalmente.

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  5. Queria sin duda felicitarle por la gran argumentacion expuesta.
    Tambien queria añadir que la estupidez es un mal endemico de este pais como parece evidenciar el señor ruzack.
    Todos creemos estar en posesion de la verdad por el mero hecho de "ser nosotros" .
    Y es que no hay peor ciego que el que no quiere ver, a la minima que nos ecponen argumentos solidos tratamos de mutarlos o decimos que son falsos, o que el argumentador no solo falta a la objetividad si no que es de determinada tendencia politica.
    Ruego al señor ruzack, pues que trate en la medida que le sea posible ser un poco mas objetivo y que trate de buscar la verdad sin filtros

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    1. Muy agradecido por su comentario. Esperemos que todos los que tenemos algún interés sobre este tema leamos un poco, al menos para para tomar la decisión más sensata posible si del hecho de independizar Cataluña tenemos que decidir. Mi agradecimiento de nuevo

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